jueves, 30 de abril de 2015

¿Y qué es la razón ?

Puede que tenga razón, a tu modo de ver el color bronceado de un atardecer, o el escarlata de una resplandeciente mañana, con tal de tener contenta a la parroquia. En la oscuridad y color afín, a buen dormir o la claridad para aclararse.
No es noticia lo razonable, por contrario, si lo es lo subjetivo, cuanto más vueltas mejor, en el juzgado de lo complejo parece más interesante.
  Es lo que da sentido a la lógica, lo ilógico precisamente, lo superfluo, la defensa a ultranza que no permite censurar ciertos comportamientos. Ya no existe la derecha de la derecha, ahora será razonable la derecha de la izquierda en tu razonamiento patriota.  Pero la razón termina pasando factura y sólo entonces el conocimiento propio nos dice qué es lo razonable.
Siendo objetivo podemos visualizar los fundamentos y razonamientos constructivos, tanto en cuanto queda comprobado que bajando lo negativo en sociedad, subimos en modo proporcional en positivo.
En el plano subjetivo podríamos dar un garbeo por el arte de Dalí, por ejemplo. En el deporte, cuando no funciona el equipo es el club quién toma medidas de inmediato con todo los socios a cargo. No es de recibo la impunidad, ni las modas de hacerse el tonto sin estar penado, antes que ser juzgado por robo a mano santiguada como está pasando. La sinrazón del bipartido que ha cabalgado impune largos años ahora ha de pagarse.  Lo último en los términos de "bienpensao el razonable" es  matar al mensajero y a la prensa en su labor de limpieza y grandes verdades, ya para colmarse.
Humorísticanente hablando y viene a cuento como hemos hablado anteriormente; en mi pueblo, dialogaron el director de la sucursal e ilustre maestro. Através de la ventanilla , y cuando vio pasar entre la gente al deudor de largo, exclamó el banquero ¿Me has hecho el ingreso? Obteniendo por respuesta -Sí para mañana en el hospital lo tengo-  

Hombre, si hay dias que no hay toallas en el hospital, lo digo con conocimiento de causa, ¿Que más sinrazón quieres?  
   Buenos tardes, sería de educación, regulares serán para quién en el hospital esté ,diría yo.

jueves, 23 de abril de 2015

EL CREDO.

Creo en el credo.
Creo en el país de D. Quijote y premio cervantes allí donde la providencia pone voz al poeta.
Creo en la  sencilla minoría de la razón.
Creo en el día del padre, el de la madre y en el libro que nó quitaron o pusieron páginas.
No creo en los corsarios ni los empresarios que vinieron de víctimas con buenas palabras, cuando le hicimos la función ningunearon y bajaron la mirada a la apropiada riqueza. Terminaron vejándonos, ignorándonos, utilizaron la crisis más a su favor de nuestros contras.
Creo en la mancha de la camisa, mejor que la postura y compostura del cambio a camisa cualquiera.
Creo en la pirámide de los valores, en los niveles de la raza humana, la prioridad bien dispuesta.
No creo en quien elige sólo su círculo y a todos ríen aplauden cualquier gracia.
Creo en  la roca del edificio del templo milenario, las verdades de la catedral, creo en la espiritualidad que vino al árbol y a las personas que la llevan a cabo en el día a día en maneras y formas.
Creo en la madera de una mesa, una pluma y un quinqué para plasmar las andanzas del hidalgo, intrigas y congeturas propias, inmortalizar  con tinturas de la otra historia en esencia.
Creo en la tierra,  el viento, el sol , el agua utilizada a bién sin la codicia, avaricia u omisión conque no fue contaminada.
No creo en el acondicionado aire a desaire si la buena atmósfera reinante está en el buen hacer, construir en la  orientación y aprovechamiento sabio de la riqueza natural, frente al palafito especulativo e inteligente en una casa.
Creo en el caballo a vapor y tecnología frente a cohete de queroseno en dirección al vacío ingrávido de la atmósfera .
Al hombre que camina a pié por el sendero y a caballo en la sierra.
Creo en el morado del manto, en tus labios femeninos cuando estan rojos como amapola, en el decorado de los prados libres en el verde de la hierba fresca.
En mi profesor diciéndome; de un libro te beberás las páginas, cuando yo vivía pensando en mortadelo y en la tele los picapiedras.
No creo en quién no sale de un mismo círculo a comer por el qué dirán o por el qué dijeron, sin el fundamento ó por envidia, producto de ocho siglos genéticos de la peninsula ibérica.
Creo en el contador de cuentos y de  humor genuino del ingreso con el valor que tenía la peseta. No creo en historiador alguno que no sea objetivo, que desprecie otra opinión para arrimar la historia a sus ascuas.
No creo en el no credo de quién no cree nada.
                             J. Benítez G.

domingo, 19 de abril de 2015

Real poesía política

Reunidos, ironías del destino, en la antígua casa del pueblo. Aunque yo sugerí la Casa de la Cultura para la reunión en torno a la ideología de un proyecto esperanzador y nuevo.
Había madera, gente valiente de inquietudes renovadoras.Y dijo el poeta, "Si no haces política, otros la harán contra de ti, entonces para y por ellos, la harán legítima" 
Rondaba las veinte personas, contando algún transeúnte que por puerta pasó de largo. Y cuatro cientos veinte votos a las autonómicas fueron de respaldo. Ocurrió el evento,  dijo sí, la gran mayoría para la presentación municipal. Algo pasó ...y una minoría que pesaba dijo que no era el momento.
Orgullo de David, acorde con uno mismo, frente al gigante.
No se puede llamar podemos en los pueblos por prescripción del consejo, llámese democracia de la gente, para y por, que buena falta hace.  Orgullo y amargor en desacuerdo, otros lo harán. Precedente: El intento.