domingo, 7 de febrero de 2016

ENCARNABLOG

  Mucho carnaval , mucho de que hablar, mucho que ver, mucho very much, en la calle donde se vive el verdadero carnaval. Mejor que mejor, sin olvidar que vino de la calle y es en su seno el lado espontáneo de las agrupaciones para psicoanalizar. En la hora tonta, cuando no pasa nada, aparentemente.... irrumpe las formaciones el toque y el disfraz, el desparpajo de hay quien lo lleva del carajo, válgame sólo la expresión porque ya lo dijo po la vieja ¡Que me caigo coño! cuando trompicó cerca del cacho bordillo de la acera, en aquel maldito cruce sin espejo de precaución, dándose otro sobresalto cerca del chorro    ¡Que se te cae el mismísimo..... de tanto esperar! en el doble sentido de la agudeza con toda la chispa del carnaval.

 Ya sólo falta que hable Juan o la señora del pi..con sus innumerables numeritos en la comparsa que ya llegó y se conforma el auditorio acogedor y sonido acústico esférico, directo del bar.     Bravo por las formaciones punteras donde ocurre en el momento, y le dan allí mismo... al mismo instante, allí mismo donde suelen durar las cosas importantes. Y la voz en el silencio estalla con la composición, música y letra en la calle donde están los poetas, decía Pemán. 

Salta el arrebato y le llaman a las cosas por su nombre: al pan, pan, al vino, vino,  el iva y al ibi verdadero, a este paro sólo de los obreros,  brota del pueblo que le sale del alma llamar al bienhechor y al traidor por su nombre, porque por su nombre y nombres, se guarda todo el año eso que no se dice, eso que no se hace, lo que no se toca pero en carnaval llegan hasta a lo más, a lo más hondo, en to lo alto.... a lo más alto de los sentimientos, el canto de la literatura en la copla.