Entre tanto, ya lo dijo un humanista por oficio, nunca había tanta desinformación en la autopista de la informática, bien sea por alusión recalcitrante, por intoxicación adquirida ó por quedar bien en la peña el ladrillo.
En la fábricación del vehículo participaron el ingeniero del sistema eléctrico, la de motores, el tren delantero en coordinación con el mismo trasero, pero la coordinadora de mensajería a destiempo en distinto reloj y aparato contemporáneo, metió corriente cuando estaban montando las alfombras. Resultado: coche majarón y majarona, faltaría más.
Desobedecedor con chip descalzado. Ya no valía un duro, un euro que tampoco vale nada, ni una perra chica que valga. Inconducible en ninguna autopista.
El cacao servido, el programador desprogramao, el entrenador cesado, Mesi no marca goles cuando no juega, Casillas cuestionado, las urnas insaculadas al borde del empate técnico en el menos mal.
Qué manía desacreditar al contrario, tirar el árbitro al vallado para quedarse sin partido poníendolo como los trapos en lengua políglota, para tener que dejarlo como nuevo, lavándolo.
Sólo se salvó el humanista que lo sabía, el historiador que estaba en otra historia, el poeta por sensibilización, el músico que le cogió con la guitarra, Quijote por aquello del aviso de los perros gracias a Sancho Panza que se levantaba ya despierto. Los de oficio porque apenas tenían sobres, Los que fueron por agua, porque iban a pié con su tía a caballo y se les acabó la solac de córdoba.
miércoles, 20 de mayo de 2015
A euro visión V
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