Mucho se habló y nunca cesará de dar de hablar en los medios y el argot musical. Profesionales, aficionados y profanos en la materia. En las grandes decisiones reina la divergencia, y es proporcional en tanto en cuanto calibrado a la embergadura que los expertos califican de rumbo desconocido por su trascendencia en la inter-relación hombre-máquina.
Ese artilugio moderno; para coser y cantar, sembrar y recoger, conducir en pleno invento de Gps, ordenadores hasta en la cocina, cómodo, proporcionalmente caro, crítico y criticado. Polémico, ha quitado puestos de trabajo, pura tecnología a toda máquina. Práctico en el progreso según concenso, cuando llegó a la orquesta suprimió al bateria, a todo tipo de timbres a modo, menos humano, más sintético y tanto raro. La voz humana más análoga menos digital, consiguió grabarla, pero no imitarla. Eso sí, a riguroso control de volúmenes, metrónomos y otros medidores del tempo.
El andar se hace camino, complemento completamente musical y válido; esto suena como yo quiero que suene, para poder programar tuvo que tocarlo.
martes, 24 de mayo de 2016
Programación midi
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