Sólo sabe a verano completo la canción de verano.
Por dedicación, devoción, la distancia transporte en kilómetros de carretera, alquiler y de medios propios. Pruebas de sonido, componentes, conocimiento acierto y desacierto en la elección, compras y adquisición de equipos en la multitud del mercado entre mediocres y supremo, de mil y una noches de sueños entre ensayos para poder ofrecer y llevar al público al éxtasis musical de un concierto apasionante directo, ó a través de un repertorio adecuado de fiesta con ritmo y sonido denso donde el músico expone facultades para conseguir que todos terminen bailando.
Sólo quién se implica y ejecuta sabe de las diferentes fases que se atraviesa en las tres horas de media en la trayectoria del evento del buen concierto.
Sólo sabe de canto aquel que canta, y solo sabe cuanto duele la carganta en un un equipo de lata con un micrófono de acoples e indirecto. Es por eso y sólo por eso mi artículo al artista y su capacidad de transformarse cuando sube al escenario. El otro día quedé sorprendido entre el climax a que se había llegado en un concierto con un público entregado en plena calle en la comunión público- escenario a través de un grupo de versiones. Muy al contrario de lo que venía siendo por costumbre, ver ese quiero y no puedo a flor de luna en flor de escenario, hasta tal punto de leerse en los ojos de los músicos y sufridos cantantes, esto es lo que hay, y van muchas veces ya dicho, hay veces el desconcierto.
Sólo sabe de referencias cuando te ponen un equipo de alquiler y suena que no suena, no da para más y el grupo sea de pop o flamenco cuando no le queda otra que asentir y esperar a cal y canto que pase el tiempo y el grupo o solista queda atrapado en ese adaptarse al audio-presupuesto o como también puede pasar, a causa de un tísico técnico.(De sonido, claro)
Se hacía ya por costumbre, la pena ni gloria y el concierto hecho. Pero se alcanzó el listón en alturas en varias ocasiones, quizás por la cercanía de grupos sobresalientes y exigentes quedando demostrado el sonido experimentado donde se nota dar la nota con creces para asomarse al entusiasmo, hasta llegar al climax al cual conduce el buen concierto.
Cierto es en una larga y laboriosa cadena, todo influye, la valía del artista, escenario adecuado y el indispensable equipo y sonido propio hecho, donde sólo el buen profesional da el puntillo... ese que en otros términos hace falta también para llegar a la altura máxima de lo que debe ser un concierto.
El intrusismo, enemigo de la profesión disfraza micrófonos y mesas de mezcla de mala calidad pero con colores, el desconocimiento del directo se venía haciendo normal y corriente en un público abnegado y complaciente incluso a veces lo vi muy enfadado.
Por fin y gracias a esfuerzo titánico de conocido empresario están llegando grupos en las actividades del centro con equipo propio, ecualización a medida, capaz de alcanzar la cota y alturas de disfrute por la calidad de componentes y medios de trasmitir la música al oyente como lo oí el otro día en terraza Gregorio concretamenre: agúdos nítidos, medios envolventes en un sonido cálido con graves generosos hasta dejar al público lleno y pletórico de frecuencias, de música sin limitador en canción de verano a concierto.
jueves, 22 de agosto de 2019
Canción de verano
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