SEGUNDA EDICION (Agotado)

miércoles, 2 de julio de 2008

TINTERO Y NEGRITAS

CON NEGRITAS
Me sorprendió el gran parecido físico de la actriz que encarna el personaje de Dolores Vázquez en el del asesinato de la niña en Mijas en la reciente película que emitie tv, no ya tanto en la importancia de tener el alma de actor como me apuntababa mi cantante que fue instruida en la escuela de arte dramático de Málaga, la misma que dio escuela a Antonio Banderas cuando estábamos contratados en el Hotel Sultán de Marbella, al lado del Meliá D.Pepe, entrando a la derecha y en el cargo de Directora ejercía Dolores Vázquez (Victoria Alvarez), la misma del caso Wanninkhof. Estando fuera de la pelicula y en comunión con una ex-suegra que yo tuve, me leyó la mano y me dijo ,!Que vida tan intensa tienes Pepe! _Hasta en habladurías, le respondí, no tanto como en la grave injusticia que aquella mujer con quien tratábamos durante años y que terminó con sus huesos en la cárcel por asesinato, demostrándose más tarde la inocencia de a quién condenaron en un grave error por ganas de culpar a alguien en la precipitación. Ya me olía a mi aquello a chamusquina, conociendo yo el percarl y a Dolores por su nombre, implicada en el cargo de Directora del Hotel Sultán que durante años nos llevaba a los músicos al comedor principal, todo un detalle, habiendo un comedor de personal, allí luce mejor la alimentación.
Hay que ver lo que desde una barra se ve y se observa en sitios y lugares, a la Obregón en verano cuando llegaba revoloteando por la barra dejando rastro de su personalidad de torbellino simpático, el saludo cordial de Seen Conery tomando café muy al contrario que 007 relajado y dueño de la situación (aunque más bajito que en las películas) Espartaco, Julian ,Gil, !vaya coctel! D. Jaime con su monóculo, cartelera y espectáculo, cine de verano de Marbella, el Olivia Valer, las princesas en apuros, donde a Madonna no le hizo caso la clientela del !Oh Marbella! intercambiando los papeles para llamar la atención, todos pasaron como clientes en la barra de Dolores Vázquez donde el personal confunde la realidad con la ficción.