SEGUNDA EDICION (Agotado)

lunes, 25 de junio de 2018

Crónica de la noche más corta del año

Ocurrió en lo de mi amigo Luis, que se ha comprao un restaurate, y al celebrar la quema de los Juanillos resultó en el haber, tres tenedores, que había también  tres ambientes.
Uno en el salón de la reserva ocupado por una cuarentena de muchachos en despedida de soltero. Otro en la terraza, con vistas a divisa de lo traspuesto. El tercero de los ambientes permanecía en el salon de la barra; por ende las mañanas fluyen los desayunos y corre el aceite sobre pan, acompañado de manteca colorá con chicharrones, entre la rebaná, a cara y cara tostá, allí donde aparecen las escenas a veces de dibujo de todo un cuadro .
LLegaron una reunión de Gibraltar llamando a Juan pero la psicología del camarero, tomando nota, en la pronunciación el número (one)  idioma al cambio, en buena praxis para la exención de la interpretación que genera un cualquier conflicto.

!Oh my Good! exclamaron en modo mundial desde la barra. Ha sido !!!Gooooo!!! sin escuadra, nó ni ná, !!por to el centro!!. va y dijo, cuando marcó su selección, escuchándose un grito ubicado desde los cuatro caminos en aquel sitio de Medina Capitá. Como dirían Los Chanclas desde el lugar donde estaba mi amigo Juan aquella noche, estrenando en la sonorización el Grial de los equipos, como él definió, de precio y costo al por mayor que ascendió a la cantidad de un millón y !todo a pulmón! pagado en dólares.

Un grupo de jovenes de Sevilla pidiendo algo de Triana, por favó.
!Oh sorpresa! Visita inesperada, entre ellos,  un cuñao del descansado de Jesús de la Rosa dando de antemano las gracias. Los pelos de punta, noche mágica, demasiado corazón sonaba a continuación en modo canción, razón de ser la causa al versar, bálsamo reparador en demasiada crítica maléfica para con quien hace y se expone en el juzgado de lo atemporal inexistente.

En "El rincón del Gordo" No ocurre asado sin asar, y más si en el asador es de carne de primera al carbón, elaborada con tesón y calor en grado óptimo, en su punto al paladar, exigencias al séptimo cielo que  degustaron en gastronomía de la zona con la música en otra parte.