SEGUNDA EDICION (Agotado)

jueves, 11 de junio de 2015

Arte y Desarte

  Hacía mucho tiempo no se veía en rueda de prensa, la recién expuesta por un político de peso y talla con proyección en América Latina como Felipe González,  a consecuencia de un país como Venezuela donde su presidente tiene encarcelada a la oposición, precisamente por oponerse democráticamente. El atentado es de cajón y celda correspondiente, lo cual, mediante la visita ha causado el efecto en conciencia amplificado de lo que allí esta pasando.
Maduro llama a Felipe Feli-pillo,  como acostumbra y en su juego de lenguaje le acusa de salir huyendo. A vuelta de contestación, recibe el rapapolvo de Felipe, de tener un país desolado, precisamente por la inmadurez de su presidente.
Las reaccionen mayúscula, el expresidente con entidad y altura válgame la expresión, otra vez, un verdadero animal político. Capaz de noquear al mismo Aznar en el famoso debate a la presidencia en aquellos  tiempos. Le llama monaguillos de Maduro a los de Podemos, en respuesta a  los consejos que antes le había lanzado Monedero.
Deja caer, que puestos a callar,  está callando información de primera línea.
Cabe resaltar el servicio democrático del énte político y su presidencia, el desarte de su sucesor ZP partícipe de la actual situación del obrero español, al cual le han partido el sueldo, cuando menos. Los españoles recurren para volver a volver, otra vez al cambio. Ante la comprobada fórmula infalible. (corrupción=pobreza+pais)
En la colaboración de multiempresas enlazadas a los políticos que insaciablemente atacan al ciudadano en el afán recaudatorio, por lo que nos están acostumbrando ó ya estamos acostumbrados.
El presidente actual, remedio a la actualización, repite que no hay marcha atrás, todo va mejor, cuando en realidad, todo está bastante mal, excepto ellos.  Opinan que bajarse sueldos, coches, cenas y baile de cifras, nada de nada, que es mejor tal como está. Ahora marchando a todo pacto, los viejos partidos están aceptando la presión de los nuevos, sin olvidar que es el pueblo hinchó la colchoneta para alcanzar la presión propia y propicia a entendimiento.
A contrapartida, la gran noticia la tenemos, en el arte. El arte de vivir cada día recortados, donde los oficios se mueven al mínimo, asfixiantes y amenazados de nuevos recortes.
Al arte, se resiente, no podía ser menos cuando le ronda tanto desarte que empieza por la comunidad, pueblo, aldea y tribu. El individuo prohibe la tierra, la caza hasta las mismas artes a las tareas necesarias.
La infección social es notoria, reflejo es el cambio que ha pedido el elector, empezando por sus propios gobernantes. Una vez elegidos, se exige la atención al vecino anteponíendolo a las comodidades del sillón.
No más neutralidad y negativas a economía posibilitadas. Sabemos hacer, acorde con las exigencias. Pedimos el ocaso de los patosos que también saben bien su lenguaje, que no es otro sino de bulos, acción, omisión, complejos. Acción de hacer caso a chalao crónico de habladurías conocidas, tan antíguas como las pinturas rupestres ligadas al pueblo.
Las noticias no paran de sorprender, algunas gratamente. Inventan una crema milagrosa, a sesenta euros en la punta del pene, ya sabemos para qué. Aparece a la par de una aplicación al móvil que mide la intensidad del beso. Con diagnóstico de validez, promete ser
todo un éxito. A falta de química, el aparato táctil detecta la intensidad y la habilidad del movimiento.
No se sabe si a los mejores besos va en función del arte o en función del tiempo: game over ó el arte de besarte, podría ser.
El arte, viene a Cádiz en generosa entrega desde Madrid, desde el museo del prado nada menos. La pintura de los grandes maestros, una joya. Dicen que estas técnicas se están perdiendo, a pesar de poseerla muy pocos en privilegio. El arte y acercamiento a la creación y la supremacía. La originalidad no consiste en copiar de lo natural, es el manifiesto de la interpretación capaz de conseguir de las personas la admiración.  De un gato, perro o caballo, arranca la reacción con sólo ver la obra de un cuadro por ejemplo. LLegando a ladrar, relinchar y manifestarse ante la impresión , cuando lleva impresa la magia del artista.