SEGUNDA EDICION (Agotado)

miércoles, 1 de junio de 2011

Importaba pepinos.

  1.       A ojo de buen cubero y a vista de pájaro, la transformación social en 40 años conformada en la acción reacción, y la democracia todavía joven desde la trancisión donde estuvo instalada la dictadura. En las familia escaseaba las necesidades básicas, luego abundarían el consumo. Los chicos, hastiados de hasta los mismos juguetes, los mayores con viviendas con toda clase de aires acondicionados en la ausencia de construcciones ubicadas hacia el sol, sin un  plan de orientación,  porque no hubo interés hacia la autosuficiencia energética. La civilización que nos ha quitado hasta los farolillos de papel  en la feria, (puestos en cantidad, dan colorido, absorben el eco y acondicionan el recinto hacièndolo acústicamente sostenible) reflejo de una sociedad y tendencia global donde prima los intereses y confluyen los comentarios parte de la vida de la vecindad, condicionan y se divulgan con la intervención de nuevo de cada cual los mueve y los lleva a la propia propiedad. Los comentarios fieles a los ocupados intereses, contienen los dos polos opuestos. El comentario verdad, es producto de hechos veraces, puede ser crítico y jodido para el aludido, a bien merecido con derecho constitucional de exponer, que no es más que denunciar lo mal que se siente el pié cuando en el talón se incrusta un garbanzo real, provocando en el comentario  y realidad virtual a fin de tocarle la célula si no está demasiado dañada en lo constructivo. Por contra, el comentario que no merecen caso; por su identidad del noismo a todo, propio del mismo. Pueden llegar a ser injustos, mal intencionados y demencial, de fácil y morbosa utilización, dañino  y si nó que se lo pregunten a los agricultores andaluces hasta donde pueden llegar a perjudicar. La culpa vino a través de un comentario y en consecuencia le quitaron lo que más exportaba, hasta  los mismos  pepinos. Yo soy un contador al que importa  de las vivencias reales: Los hechos.