SEGUNDA EDICION (Agotado)

martes, 10 de septiembre de 2019

Que tendrá Rosalía

Que tendrás Rosalía que a toda pantalla donde apareces le inundas con tus aires frescos. Que tendrás que eres el punto de encuentro, del ojo crítico por tu trabajo expuesto a elevadas cotas y universales premios. Que tendrás que no falta una coma en la envidia tan recurrente del viva España nuestro.
Rosalía, Rosalía... hasta los Chunguitos declararon su misma canción, la de más calado, después de tu versión coral y sinfónica y también hubo quien dijo que la estabas desgitanizando en el comentario, por eso en tu fase de artísta, contigo me quedo y contigo se quedó el premio. De cine entre entregas de los grandes. ¿Cómo hubiera sido si hubieras estado tú? y solamente tú, cuando un señor me la pedía insistentemente aquel día en aquella fiesta, con ahínco a modo perpetuo. Pero no llegaron al repertorio, ni los Chunguitos ni los Chichos, ya nos visitaron en el año noventa entre el cafetal, bilirrubinas y chocolatero.
Que tendrás Rosalía que Madonna te llamó desde USA misma, de usía te puso. Todo pasó con el paso de los años y despues de aquel viaje a territorio de España, en Ronda,  en el rodaje la tuve de copas al lado mismo. A tu vera eres tú Rosalía a quien ahora te veneran y te odian en tu propia tierra, como debe ser, o como siempre fue, como nosotros mismos. Y en video te envidian sin saber cuanto trabajo y dinero invertiste en tu pasión analógica y exposición digital, acorde a los tiempos donde transmites esa frescura profesional.
Que tendrás Rosalía que mi amiga Rosa no tiene al cumplir cerca de cincuenta, no la llamaban ni para dar un solo cante, y ella se decía ¿Acaso no saben que en el escenario nos transformamos? Es por eso que en los concursos sólo se ve juventud por el tubo, juventud y nada más, como en los viejos tiempos los buenos cuerpos, que me lo ha jurado mi modo dispositivo... Rosalía.
Acabo de leer en el Facebook ¿donde está Juan?... Juan Pardo. La última vez que le vi fue en la caseta municipal Made in Marbella, en un mano a mano con Papá Levante. D Julián Muñoz el alcalde se acordó de Juan en un síntoma de nostalgia, y frente al último grito del verano concretaron la misma noche, al mismo público, siendo las voces y juventud femenina que cada canción coreaban aquello de... aunque parezca mentira me pongo colorada cuando me miran... y en las ganas de animación se repetía a modo de secuencia con las mismas vocales ¡Arriba Marbella!
Le llegó el turno a Juan, después de muchos y muchos años,  Juan el desaparecido.
Pardo hizo sonar el Bravo por la música y con el llegó la exaltación, encandilando a los ojos que te ven con aquella magnífica orquesta de unos graves fantásticos, de esos que ya no se ven ni con 400 iphone juntos sin alma ni expresión de tabletas y tablas de directo, ni en el del equipo de alquiler iluminoso y chino. Ni mucho menos. Siendo el único entre las atracciones de aquella carpa, en aquella feria, quien levantó al público de sus asientos.
Por eso Rosalía la juventud es un valor y si encima tienes la música en sumo grado, es por eso que estás entre lo mejor. De lo bueno, lo mejor de la cátedra de la música.

jueves, 22 de agosto de 2019

Canción de verano

   lo sabe a verano completo la canción de verano.
Por dedicación, devoción, la distancia  transporte en kilómetros de carretera, alquiler y de medios propios. Pruebas de sonido, componentes, conocimiento  acierto y desacierto en la elección, compras y adquisición de equipos en la multitud del mercado entre mediocres y supremo, de mil y una noches de sueños entre ensayos para poder ofrecer y llevar al público al éxtasis musical de un concierto apasionante directo, ó a través de un repertorio adecuado de fiesta con ritmo y sonido denso donde el músico expone facultades para conseguir que todos terminen bailando.
Sólo quién se implica y ejecuta sabe de las diferentes fases que se atraviesa en las tres horas de media en la trayectoria del evento del buen concierto.
Sólo sabe de canto aquel que canta, y solo sabe cuanto duele la carganta en un un equipo de lata con un micrófono de acoples e indirecto. Es por eso y sólo por eso mi artículo al artista y su capacidad de transformarse cuando sube al escenario. El otro día quedé sorprendido entre el climax a que se había llegado en un concierto con un público entregado en plena calle en la comunión público- escenario a través de un grupo de versiones. Muy al contrario de lo que venía siendo por costumbre, ver ese quiero y no puedo a flor de luna en flor de escenario, hasta tal punto de leerse en los ojos de los músicos y sufridos cantantes, esto es lo que hay, y van muchas veces ya dicho, hay veces el desconcierto.
Sólo sabe de referencias cuando te ponen un equipo de alquiler y suena que no suena, no da para más y el grupo sea de pop o flamenco cuando no le queda otra que asentir y esperar a cal y canto que pase el tiempo y el grupo o solista queda atrapado en ese adaptarse al audio-presupuesto o como también puede pasar, a causa de un tísico técnico.(De sonido, claro)
Se hacía ya por costumbre, la pena ni gloria y el concierto hecho. Pero se alcanzó el listón en alturas en varias ocasiones, quizás por la cercanía de grupos sobresalientes y exigentes  quedando demostrado el sonido experimentado donde se nota dar la nota con creces para asomarse al entusiasmo, hasta llegar al climax al cual conduce el buen concierto.
Cierto es en una larga y laboriosa cadena, todo influye, la valía del artista, escenario adecuado y el indispensable equipo y sonido propio hecho, donde sólo el buen profesional da el puntillo... ese que en otros términos hace falta también para llegar a la altura máxima de lo que debe ser un concierto.
El intrusismo, enemigo de la profesión disfraza micrófonos y mesas de mezcla de mala calidad pero con colores, el desconocimiento del directo se venía haciendo normal y corriente en un público abnegado y complaciente  incluso a veces  lo vi muy enfadado.
Por fin y gracias a esfuerzo titánico de conocido empresario están llegando grupos en las actividades del centro con equipo propio, ecualización a medida, capaz de alcanzar la cota y alturas de disfrute por la calidad de componentes y medios de trasmitir la música al oyente como lo oí el otro día en terraza Gregorio concretamenre: agúdos nítidos, medios envolventes en un sonido cálido con graves generosos hasta dejar al público lleno y pletórico de frecuencias, de música sin limitador en canción de verano a concierto.